PODOLOGÍA

Debes considerar acudir a un podólogo en los siguientes casos:

• Dolor persistente en los pies o tobillos: Si experimentas dolor que no desaparece con el reposo o el uso de calzado cómodo, es recomendable consultar a un podólogo.
• Callos, callosidades o durezas: Si tienes callos dolorosos o áreas endurecidas en tus pies, un podólogo puede eliminarlos de manera segura.
• Uñas encarnadas: Cuando una uña del pie se entierra en la piel circundante, puede causar dolor e infección, por lo que un podólogo puede ayudarte.
• Hongos en las uñas: Si sospechas que tienes una infección por hongos en las uñas, un podólogo puede diagnosticar y tratar el problema.
• Deformidades en los pies: Si notas deformidades como juanetes, dedos en martillo o pies planos, un podólogo puede ofrecer opciones de tratamiento.
• Problemas de la piel en los pies: Cualquier problema de la piel, como ampollas persistentes, llagas o erupciones, debe ser evaluado por un podólogo.
• Dificultad para caminar o movilidad reducida: Si experimentas problemas para caminar o tienes una movilidad limitada debido a problemas en los pies o tobillos, un podólogo puede ayudar a mejorar tu situación.
• Cirugía previa en los pies: Si has tenido cirugía en los pies en el pasado y experimentas complicaciones o dolor crónico, un podólogo puede brindar seguimiento y atención.

Si tienes preocupaciones o molestias relacionadas con tus pies o tobillos que afectan tu calidad de vida, es recomendable acudir a un podólogo.

El podólogo puede evaluar, diagnosticar y tratar una variedad de afecciones relacionadas con los pies y las extremidades inferiores.